viernes, 26 de octubre de 2007

DIGNIDAD


Hoy quiero ocupar este espacio, con el permiso de ustedes, en una lucha por la DIGNIDAD. Claro, la dignidad de la embarazada. Me explico. Primero, con el estupendo transantiago las micros van repletas, los choferes están más indiferentes que nunca y el metro, que era nuestro orgullo, cada vez es más invisible. El otro día hasta un chofer de micro me apretó con las puertas y no fue capaz de abrirlas. Como cierran a presión, tuve que salir a tirones. Otro día, en el momento que me iba a sentar, un tipo tiró un bolso en el asiento y me dijo que él se sentaría, lo que me enfureció y finalmente logré “ganar” esa partida. En otra ocasión, un tipo “jugando” con sus hijos en el metro, lanzó un combo y si no es porque pongo la mano, me llega justo en la guatita. En fin, podría estar días enteros contando casos. Eso sin contar lo que cuesta que den el asiento, ya que parece que una mosca del sueño atacó a todos los hombres jóvenes y algo raro a las mujeres que lanzan golpes y gritos por o que sea.
Bueno, después de ese trato amable en el transporte, uno llega con el ánimo por el suelo y descubre que ni siquiera puede usar ropa interior bonita, porque la que hacen para embarazadas son dignas de Brigite Jones (y se supone que uno mantenga una relación durante y después del embarazo).
Como si uno ya no se viera bastante cambiada con esos kilitos de más por el bebé, te enteras de los “procedimientos” que te harán como preparación para el parto (un lavado estomacal y te DEPILAN).
Por lo menos si tienes suerte de que sea en una clínica, eso pasa más piola, pero si es un hospital público, es bastante más “comunitario”
Más encima, te mandan una lista donde a parte de las cosas para la guagua, piden pañales para ti. La verdad es que no quiero ni imaginarme eso.
Si algo de vanidad te queda a esas alturas, donde tu cuerpo es distinto, vas miles de veces al baño y ya te han revisado entera, creo que es el punto de colapso.
Igual, todo eso prefiero ni cuestionarlo, pero más encima, se está poniendo de moda “un parto más humano”, donde se plantea hacerlo lo más natural posible, con la menor anestesia y todo eso.
Se nota que la mayoría de los ginecólogos son hombres. Yo encuentro más humano, que con los avances que hay te permitan sentir el parto sin dolores horribles, para que sea un lindo recuerdo y si se pueden evitar esa “preparación” denigrante, mejor.
¿ Cómo mantenemos la femineidad con ropa interior de vieja, depiladas y con un sobrepeso que como nadie respeta, te hincha los pies? ¿y la dignidad?, ¿lo lindo de este período?. Si no fuera, porque la sensación más linda que he sentido es cuando mi hijo se mueve en mi guatita y cuando veo en las ecografías que está tan cómodo dentro mio, la verdad es que no lo recomendaría; pero sólo por ese chiquitito y el milagro de ver que de dos personas se puede formar una tercera tan linda, dejo la dignidad para después.

jueves, 4 de octubre de 2007

AMIGOS-HERMANOS

Hace unos días. recibí un reclamo porque cuando hablaba de mis amigos-hermanos, hacía alusión a los de teatro. La verdad es que pensé que se entendía que estaba hablando de un hecho puntual y que no estaba dejando de lado a otras personas que para mí, también llevan ese título.
Desgraciadamente, justo la persona que reclamó, mostró ese mismo día no ser tan amigo, así es que voy a describir quiénes entran para mí en esa categoría y solos se darán cuenta de qué personas hablo.
Un amigo (a)-hermano(a) es:
- El que siempre se preocupa por tí cuando sabe que tienes un problema.
- El que comparte tus alegrías.
- El que te respeta y respeta a tus seres queridos.
- Con el que no importa hace cuánto tiempo no se ven, siempre es como si hubieran estado juntos hace unos minutos.
- Su amistad no depende de su estado de ánimo ni de las llamadas que se hagan.
- Siempre te escucha.
- Te dice si piensa que estás equivocado (a)
- Si los demás te atacan, siempre te defiende y después habla contigo en caso que piense que eras tú el errado.
- Es ese amigo (a) que siempre te recibe con una sonrisa y un abrazo.
- Nunca te deja plantado (a), porque para él o ella tú eres lo más importante.
- Te acompaña sin importar si eres el carrete más entretenido o no.
- Sabe lo que sientes, porque te conoce.
- Te ha visto llorar.
- El triunfo de uno, es el de ambos.
- Es capaz de calmar tu dolor sólo con una llamada.

Todo esto es recíproco.
Gracias a Dios tengo personas así a mi lado. algunas (os) me acompañan hace años y otros hace menos tiempo, pero todos son importantes para mi, porque he visto cómo la amistad puede curar las heridas y hacer crecer el alma. También he aprendido mucho de ellos y han sido un respaldo importante para mi crecimiento.

Por si acaso, ya voy a dedicar un texto especial para mi pololo, ya que si bien muchos años fue de estos amigos, merece mención más que especial.

Besos a todos ustedes y gracias por el amor que me dan.